Desastres nacionales
Desastres nacionales
Como parte de nuestro testimonio cristiano, la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) responde a las catástrofes que provocan sufrimiento y pérdidas en comunidades de todo el país.
A través de la Asistencia Presbiteriana en Desastres (PDA por sus siglas en inglés), la IP (EE. UU.) trabaja con concilios intermedios e iglesias para proporcionar ayuda inmediata tras catástrofes naturales, como huracanes e incendios forestales, y catástrofes provocadas por el ser humano, como tiroteos masivos y calamidades medioambientales. PDA también colabora en los esfuerzos de recuperación a largo plazo, poniendo en contacto a concilios intermedios e iglesias con recursos (incluidas subvenciones y materiales educativos) para ayudarles a recuperarse y prosperar.
Las personas voluntarias son cruciales para estos esfuerzos de recuperación, ya sea respondiendo a las necesidades inmediatas u orando con las personas que han perdido a sus seres queridos o han sufrido daños materiales. Creemos en la importancia de proporcionar "un ministerio de presencia", apareciendo para ayudar a nuestras personas vecinas a sentirse queridas y apoyadas en tiempos de crisis. También reconocemos el poder de las alianzas, trabajando con grupos vitales para encaminar a las comunidades hacia una recuperación plena y sostenible.
Trabajamos para educar a los concilios intermedios y a las iglesias sobre los riesgos del cambio climático, que ha contribuido a que los fenómenos meteorológicos sean más intensos, lo que aumenta la necesidad de planificar con antelación para proteger a las iglesias, las comunidades, las personas y las familias.