Pobreza
Pobreza
Vivimos en un mundo de disparidades, donde muchas personas carecen de acceso a educación, transporte, alimentos frescos, recursos financieros, aire y agua limpios, empleo con un salario digno, atención sanitaria y vivienda asequible. Esta desigualdad crea ciclos generacionales de pobreza y una brecha de riqueza persistente que afecta especialmente a las comunidades de color.
La pobreza sistémica se refiere a la explotación económica de las personas en situación de pobreza a través de leyes, políticas, prácticas y sistemas que perpetúan su situación de empobrecimiento. En comunidades de todo el país, las personas se sienten impulsadas por su fe y por lo que la Biblia nos enseña sobre la ayuda a quienes la necesitan: dar comida, ropa, cobijo y oración.
La Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) se compromete a erradicar la pobreza sistémica y a evaluar las fuerzas que empujan a las personas a la pobreza y las mantienen en ella. Tratamos de identificar las desigualdades y trabajamos para cambiar esas condiciones mediante leyes y otras formas de compromiso cívico.