A path where there is none
A resource for Sunday’s liturgy based on Luke 21:5-19
by Magdalena I. García
Path built by neighbors on the 3200 South block of Aberdeen Street, in Chicago. Camino construido por el vecindario en la cuadra 3200 al sur de la calle Aberdeen, en Chicago.
Still, not a hair on your heads will be lost. By holding fast, you will gain your lives. – Luke 21:18-19
They will harass us.
They will persecute us.
They will arrest us.
They will imprison us.
All because of Jesus’ name,
the homeless refugee
who mingled with the outcasts
and resisted the empires of his day.
Are we there yet?
They will betray us.
They will defame us.
They will hate us.
They will kill us.
All because of Jesus’ name,
the poor immigrant
who mingled with the marginalized
and resisted the evil forces of his day.
Are we there yet?
On good days
I like to believe that we are,
that I’m part of a church
that confronts the doctrine of hatred
with the gospel of love
by putting its own life on the line.
On good days
I like to believe that we are,
that I’m part of a church
that confronts the threat of death
with the promise of resurrection
by offering hope in a world of doom.
On good days,
I like to believe that we are,
that I’m part of a church
that confronts the blockage of dead ends
with the continuity of new ways
by opening a path where there is none.
Un camino donde no lo hay
Un recurso para la liturgia dominical basado en Lucas 21:5-19
por Magdalena I. García
Pero no se perderá ni un cabello de su cabeza. ¡Manténganse firmes, para poder salvarse! – Lucas 21:18-19
Nos acosarán.
Nos perseguirán.
Nos arrestarán.
Nos encarcelarán.
Todo por causa del nombre de Jesús,
el refugiado desamparado
que se mezcló con la gente desechada
y resistió a los imperios de su día.
¿Acaso ya llegamos?
Nos traicionarán.
Nos difamarán.
Nos odiarán.
Nos matarán.
Todo por causa del nombre de Jesús,
el inmigrante pobre
que se mezcló con la gente marginada
y resistió a los imperios de su día.
¿Acaso ya llegamos?
En los días buenos
me gusta creer que llegamos,
que soy parte de una iglesia
que confronta la doctrina del odio
con el evangelio del amor
al poner en juego su propia vida.
En los días buenos
me gusta creer que ya llegamos,
que soy parte de una iglesia
que confronta la amenaza de la muerte
con la promesa de la resurrección
al ofrecer esperanza en un mundo de fatalidad.
En los días buenos
me gusta creer que ya llegamos,
que soy parte de una iglesia
que confronta el bloqueo de los callejones sin salida
con la continuidad de las nuevas vías
al abrir un camino donde no lo hay.
Magdalena I. García es Ministra de la Palabra y los Sacramentos en la IP(EUA) y capellana de hospicio para Vitas Healthcare en Chicago. Se graduó del Seminario Teológico McCormick y recibió el Premio a las Mujeres de Fe de su denominación en el 2008. Su blog personal es justleros.blogspot.com. Se concede permiso para usar el contenido en la adoración dando crédito a la autora y al blog. Para reproducir por otros medios, escriba a: magdalenagarcia@comcast.net.
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