Servir a los "más humildes" entre nos, prestando ayuda a las personas afectadas por catástrofes, proporcionando recursos alimentarios sostenibles a las hambrientas y cambiando las estructuras que perpetúan la pobreza, la opresión y la injusticia.

Ayudar a la iglesia a animar, desarrollar y apoyar a sus miembros más jóvenes para que construyan una vida de fe con unos cimientos establecidos durante la infancia.

Proporciona herramientas y recursos para la Iglesia a medida que nos unimos como hacedores de paz activos en todo momento y de todas las maneras, como la labor de reconciliación en Sudán del Sur, la defensa internacional en la ONU o un campamento de paz para la niñez en Nueva Jersey.

Al responder al regalo perfecto de Dios, Jesucristo, a traves de dar asistencia a los trabajadores de la iglesia actuales y retirados y sus familias en su momento de necesidad y al desarrollar a nuestros futuros líderes en las escuelas y colegios relacionados con la Iglesia Presbiteriana que equipan a las comunidades racializadas.