Derechos reproductivos

Derechos reproductivos
Las decisiones relacionadas con los derechos reproductivos son muy personales y a menudo están influidas por la fe. La Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) declaró en 1970 que el aborto «es una cuestión de cuidadosa decisión ética» de cada persona y «no debe ser restringido por la ley».
Pocos días después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos emitiera su sentencia anulando el caso Roe contra Wade en el 2022, la Asamblea General aprobó una resolución afirmando "que las mujeres y las personas embarazadas son agentes morales plenos, creadas a imagen de Dios. Reconociendo que sólo Dios es Señor de la conciencia, apoyamos su capacidad moral para decidir si continuar o interrumpir cualquier embarazo".
Esa misma Asamblea General aprobó un reporte examinando las disparidades experimentadas por las mujeres y niñas de raza negra, que aborda directamente la justicia reproductiva, incluyendo "el derecho a tener descendencia, el derecho a ser padres y madres en un entorno seguro y saludable, y el derecho a tener acceso a los recursos necesarios, incluyendo atención médica de calidad y un salario digno".
La asamblea también ha reconocido que la salud reproductiva va más allá del aborto, apoyando el acceso a la atención anticonceptiva y reconociendo "que las preocupaciones morales y éticas cristianas sobre el aborto deben considerarse dentro de conversaciones más amplias sobre la sexualidad humana, la fertilidad, la reproducción, los anticonceptivos y la paternidad".