Los dones de la comida y la sabiduría
El servicio del martes de la Conferencia de Adoración y Música incluye bellos esfuerzos corales, tambores africanos y, como siempre, una predicación perspicaz
MONTREAT, Carolina del Norte - Durante el culto del martes, los coros cantaron maravillosamente. Los conferenciantes tocaron con gusto sus tambores djembé. Entre medias, la Dra. Margaret Aymer, predicadora de la Conferencia de Adoración y Música de la Asociación Presbiteriana de Músicos que se celebra esta semana y la próxima en Montreat Conference Center, habló a los 650 conferenciantes sobre cómo vestirse con ropas de bondad.
El Coro de Adultos cantó "Humble and Kind," de Lori McKenna, con arreglos de Ed Lojeski. Entre las letras: "Ve a la iglesia porque tu mamá dice que lo hagas/Visita al abuelo cada vez que puedas/No será tiempo perdido/Siempre mantente humilde y amable"
Durante un interludio instrumental, los miembros del coro se adelantaron, estrecharon la mano de los fieles y les entregaron caramelos, antes de reanudar su himno.
Los jóvenes leen en 1 Samuel 25:1-39, el relato de cómo Abigail salva a David y a su ejército de renegados antes de que David se convirtiera en rey. De vez en cuando durante la lectura, un cantante entonaba el estribillo de "La bondad es más fuerte que el mal."
Los antiguos cantores de los salmos hablaban de que la bondad de Dios "lleva una marca especial", dijo Aymer, y Pablo escribe a la iglesia de Galacia que la bondad es un fruto del Espíritu.
En 1 Samuel 25, David "se encuentra en una situación angustiosa. David y sus seguidores se esconden en lugares salvajes del desierto" y él "necesita que alguien le muestre la gracia de Dios en un momento de miedo y dolor" A Aymer le recordó la canción "You Will Be Found" de "Dear Evan Hansen": "¿Alguna vez has sentido que no hay nadie? ¿Te has sentido alguna vez olvidado en medio de la nada?"
"David podría haber cantado fácilmente esa canción, y la verdad es que algunos de nosotros también podemos", dijo Aymer. El aislamiento, la presión de los compañeros en la escuela, el estrés en el trabajo, la salud y el hogar "nos dejan hambrientos de generosidad, sedientos de amabilidad"
David y sus fuerzas rebeldes podrían haber atacado a los vulnerables pastores y apoderarse de sus rebaños. En cambio, "protegen a los vulnerables con benevolencia, generosidad y amabilidad". Aunque anhelaba la bondad, David mostraba bondad a los demás", dijo. Para Nabal - literalmente, "El Necio" - "la bondad es ridícula", dijo. "¿Por qué debería preocuparse por los refugiados que huyen de la opresión? Nabal el necio escupe en la cara de la bondad de David, despreciando a los hombres de David como si fueran tierra en su zapato"
Hoy en día, "hemos entrado en una era en la que la amabilidad es vista como un improperio por quienes tienen un exceso de poder y riqueza", afirmó Aymer. "¿No dice la Biblia que Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos?" La Biblia no dice tal cosa, señaló Aymer. "Dice que Dios es bondadoso y que el pueblo de Dios es bondadoso, y amigos, David tiende a ser bondadoso. Pero David también es humano, y Nabal el necio ha despertado la ira de David"
Sólo una persona se interpone entre estos hombres y el desastre: Abigail la Pacificadora. "Abigail toma de su abundancia para alimentar a David y a sus hombres. Evita un desastre seguro para ella y su marido", dijo Aymer. La comida no es su único regalo; también le aporta sabiduría. "Es un regalo de bondad generosamente dado y agradecidamente aceptado por David, el futuro rey. ... Ella le recuerda que pertenece a Dios, y que está ungido para servir a Dios como líder del pueblo de Dios. Como ungido de Dios, David debe elegir cómo dirigir"
Cada uno de nosotros tiene la capacidad de ser Nabal, David y Abigail, dijo Aymer. "Todos tenemos un lugar al que podemos acudir cuando necesitamos bondad, cuando nuestra insensatez es demasiado para soportarla. A través de Cristo, siempre podemos volver a esta mesa", dijo, señalando la mesa de la Comunión, "donde a todo caminante se le dará sustento para el viaje - donde el necio Pedro, el dubitativo Tomás e incluso el traidor Judas fueron bienvenidos."
Se necesitaban unas 20 personas para servir la Cena del Señor a una congregación tan numerosa. El Dr. Tom Trenney dirigió a la asamblea en una poderosa llamada y respuesta de Gran Acción de Gracias, con el glorioso "amén" final resonando por todo el Auditorio Anderson.
El Senior High Choir interpretó una magnífica versión de la canción de Wendell Whalum "There Is a Fountain." Los miembros de la clase de percusión africana, que aparecerá en un próximo artículo del Presbyterian News Service, pusieron el punto de exclamación a otro interesante servicio de la Conferencia Worship & Music.
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