Respecto a las personas ordenadas como ancianas gobernantes: Una serie mensual para servir fielmente

La sección Fundamentos del sistema de gobierno del pueblo presbiteriano del Libro de Orden de la IP (EE. UU.) explora la teología que sustenta el resto del Libro. Lo hace porque la política es tan importante como forma de vivir nuestra afirmación de fe y porque la política puede equivocarse fácilmente.

Un punto de partida importante es pensar brevemente en las instituciones. Eso es especialmente importante en nuestro caso porque el antiinstitucionalismo está muy extendido en la cultura de Estados Unidos. Lo mejor de las instituciones es que permiten a las personas trabajar juntas en un proyecto común a través de los espacios y el tiempo. No es necesario que tengamos una relación personal para trabajar juntos en este proyecto común. Aunque no nos conozcamos personalmente, las estructuras institucionales de la IP (EE. UU.) nos permiten trabajar juntos. Las estructuras de la institución proporcionan un marco para nuestro proyecto común; nos brindan formas de ser parte de ese proyecto, de estar en relación.

Una analogía puede ayudarnos a ver por qué (y cómo) la política es importante y a identificar las formas en que la política se equivoca: la política es como el juego y los juegos en los que se desarrolla. Los juegos pueden ser absorbentes y sumamente atractivos, tanto para quienes juegan como para quienes observan. No es de extrañar que el deporte, por ejemplo, ocupe un lugar tan preponderante en nuestra cultura. Quienes siguen el baloncesto universitario esperan cada año los torneos femeninos y masculinos de la NCAA y el gran juego que siempre ofrecen. 

Lo que hace que los juegos funcionen son, por supuesto, las reglas. Las reglas del juego permiten a un grupo de personas coordinar sus esfuerzos en torno a un objetivo común. Las reglas del juego permiten que se repitan las increíbles actuaciones que se ven y comparten ampliamente en esos videoclips. 

Los juegos funcionan mejor si hay alguien que presta atención a las reglas mientras se juega. También, si existe un conjunto de normas compartidas y acordadas. A diferencia de esos juegos poco divertidos en los que no hay un conjunto de reglas compartidas, los juegos que degeneran en discusiones sobre las reglas, o en los que una de las personas impone sus reglas.

En esta analogía, la política son las reglas que, en conjunto, nos unen en el proyecto de participar en la obra de esta denominación de glorificar y disfrutar de Dios (por tomar prestado el lenguaje del Catecismo Menor de Westminster). Porque la política puede abrir un espacio que permita la encarnación de la belleza y la habilidad en un complejo esfuerzo colectivo divino y humano.                                                                       

Aquí, los términos "complejo" y "colectivo" son importantes, ya que los esfuerzos colectivos requieren la coordinación de personas que no sabrían cómo relacionarse con otros de esa manera en particular sin las reglas establecidas. La política ayuda a las personas cristianas a saber cómo relacionarse entre sí al hacer cosas que superan las capacidades de cualquiera de nosotros (cualitativamente, no solo cuantitativamente). Lo que podemos hacer en conjunto es diferente a lo que podemos hacer por nuestra cuenta. Esto quiere decir que la política es, en parte, por su propia naturaleza, unitiva o unificadora. Esta función unificadora es un reflejo de la unidad que existe entre Dios y la humanidad, y por lo tanto entre los seres humanos, ya lograda por Dios, que crea y que nos recrea al redimirnos. La política une incluso cuando está llena de potencial para desunir.

Esta analogía con el baloncesto también apunta a las formas en que la política se equivoca. Algunos árbitros son más rápidos a la hora de señalar un penalti, mientras que otros están dispuestos a dejar que el juego continúe. ¿Cuándo es el arbitraje demasiado estricto y cuándo demasiado indulgente? Hay veces en que el desarrollo de un partido se ve completamente interrumpido por repetidas interrupciones para revisar el vídeo y consultar con árbitros distantes. El resultado del partido se ve claramente influido por la falta que se señala o no se señala. Para pasar al lado eclesiástico de la analogía, hay ocasiones en las que el sistema político puede funcionar para excluir, para silenciar, haciendo que sea difícil o imposible para algunas personas participar plenamente.

Nuestros compromisos teológicos compartidos nos ayudan a seguir configurando una política que nos permita vivir presbiterianamente con excelencia.

Para Reflexionar:

1. Describa un momento o situación en el que las normas de gobierno le ayudaron a usted o a su consistorio o presbiterio a trabajar bien en conjunto.
2. Considere la analogía de que la política es "como el juego, y los juegos en los que ocurre". ¿Cuáles son las formas en que las reglas de un juego pueden fallar, haciendo que el juego sea más difícil de jugar o que no sea posible jugar? ¿Ha visto problemas similares en la vida de su congregación o presbiterio?

Barry Ensign-George es persona ordenada como anciana docente en la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.). Ha trabajado como pastor en Iowa y a nivel confesional en la Oficina de Teología y Adoración.

A lo largo del 2025, los artículos mensuales de Regarding Ruling Elders se centrarán en los Fundamentos de la Política Presbiteriana incluidos en nuestro Libro de Orden. Las personas ordenadas como ancianas gobernantes pueden beneficiarse de estas reflexiones al considerar sus propios ministerios y su llamado a servir como líderes en la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.).

© 2025 Barry Ensign-George

Obra autorizada para su publicación en "Acerca de las personas ordenadas como ancianas gobernantes: Una serie mensual para servir fielmente". Las congregaciones y los concilios intermedios pueden imprimir copias para uso educativo. Se necesita permiso para cualquier otro uso, incluidas la copia y la reimpresión.

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