La Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) es conocida como una iglesia conexional. En la IP (EE. UU.), ser conexional refleja una característica distintiva de nuestro gobierno e identidad eclesial. Este concepto tiene sus raíces en la vida compartida y la responsabilidad mutua entre los diversos concilios de la iglesia: consistorios, presbiterios, sínodos y la Asamblea General. Esto se manifiesta de varias maneras:
Poder y responsabilidad compartidos
Las decisiones en la Iglesia Presbiteriana no las toman las personas o las congregaciones locales de manera independiente. En cambio, los concilios ejercen una autoridad colectiva, con ancianos y ancianas gobernantes y docentes deliberando en conjunto para discernir y actuar según la voluntad de Cristo (Libro de Orden, F-3.0208).
Interdependencia entre congregaciones
Cada congregación es parte de la iglesia más amplia. Las iglesias locales están conectadas y son responsables ante los presbiterios, que se relacionan a través de los sínodos, que a su vez son responsables ante la Asamblea General. Esta estructura garantiza que las congregaciones no actúen de forma aislada, sino dentro de un marco de apoyo.
Asociación en la misión y el ministerio
El sistema conexional apoya a las congregaciones poniendo en común recursos y brindando orientación. El ministerio no se realiza de manera aislada; en cambio, la iglesia conexional invita a la colaboración no solo con otras iglesias sino también con organizaciones que comparten valores y objetivos similares.
El gobierno como discernimiento colectivo
La toma de decisiones en la política presbiteriana implica una reflexión en oración y una conversación en grupo. El liderazgo busca reflejar no las preferencias individuales ni los intereses de grupos, sino la voluntad colectiva de Cristo (F-3.0204).
El conexionalismo en la IP (EE. UU.) significa ministrar dentro de una estructura que enfatiza el apoyo mutuo, la rendición de cuentas y el gobierno compartido, donde las personas, las congregaciones y el liderato participan activamente en el discernimiento y el cumplimiento de la misión de Dios en comunidad. Sin embargo, el conexionalismo no puede funcionar a menos que las personas estén dispuestas a dedicar su tiempo, energía y a sí mismas a la misión de Dios.
Por eso, se espera que las personas que son parte de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) participen en las responsabilidades de gobierno de la iglesia. Dios nos llama a participar en la toma de decisiones, el discernimiento y el liderazgo, tanto dentro de la iglesia local (a través de comités, ministerios y otros esfuerzos misionales) como a través de los concilios de la iglesia: consistorios, presbiterios, sínodos y la Asamblea General. Las personas ejercen sus responsabilidades a través de las elecciones de líderes de la iglesia, las deliberaciones y participando ellas mismas en el liderazgo de la iglesia en toda su amplitud.
El liderazgo de los ancianos y ancianas gobernantes implica ser guía de ánimo spiritual. Eso implica equipar e inspirar a las personas para que vean la participación en la vida de la iglesia como una oportunidad que llena de gozo y un llamado con significado y propósito. Usted tiene una responsabilidad especial de reconocer los dones y talentos de las demás personas, invitándolas a contribuir a las diversas facetas de la vida de la iglesia. Estas son algunas maneras en que puede cumplir con esto:
- Cultivar relaciones: Dedicar tiempo para interactuar con las personas e invitarlas a asumir roles o actividades que se alineen con sus intereses y dones.
- Demostrar responsabilidad compartida: Ayudar a las personas a comprender que el gobierno no es responsabilidad exclusiva del pastorado o del consistorio. La participación en comités y en otros eventos de toma de decisiones, como las reuniones congregacionales, refleja su identidad bautismal y es una parte esencial del discipulado cristiano.
- Celebre las contribuciones: reconozca el trabajo de las personas y los comités en las reuniones, los boletines o los cultos de adoración. El refuerzo positivo fomenta la motivación y alienta una participación más amplia.
- Esté presente más allá de las reuniones: asista a eventos de confraternidad, actividades misionales y cultos de adoración. La participación de las ancianas y ancianos gobernantes demuestra que el gobierno y la administración estás conectados con toda la vida de la iglesia.
- Cultive nuevas y nuevos líderes: haga espacio para que las personas nuevas y más jóvenes y las personas de diversas etnias y orígenes asuman roles de liderazgo y expresen sus ideas. Crear una cultura que respete todas las contribuciones alienta la participación.
- Haga énfasis en los logros espirituales: reconozca eventos como las ordenaciones, las comisiones y las decisiones congregacionales importantes como momentos de celebración espiritual.
- Ore con otras personas para tener discernimiento: cuando invite a alguien a participar, ofrézcase a orar con él. Esto refuerza que la participación en la vida de liderazgo de la iglesia no es solo una obligación sino un llamado espiritual.
Todo esto nos ayudará a sentir la conexión que hay con Dios, con las demás personas, con la iglesia y con el mundo.
Para reflexionar:
- ¿Cómo ha experimentado la naturaleza conexional de la iglesia en su propia vida?
- ¿Cómo se puede considerar la participación en el gobierno o el liderazgo de la iglesia como un llamado espiritual en lugar de una obligación?
- ¿Cómo puede usted, como anciano o anciana gobernante, asegurarse de que las demás personas sientan que son bienvenidas y valoradas en los procesos de toma de decisiones de la iglesia?
- ¿Cómo puede su congregación mejorar su compromiso con las estructuras más amplias de la IP(EE. UU.)?
Marissa Galván-Valle es ministra de la Palabra y los Sacramentos en la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.). Es la editora principal de recursos en español en el Presbyterian Publishing Corporation y pastora a tiempo parcial de la Iglesia Presbiteriana Beechmont, una iglesia intercultural que celebra su culto de todos los domingos en español e inglés. Fue ordenada anciana gobernante cuando tenía 21 años.
A lo largo del 2023 y 2024, los artículos mensuales de Regarding Ruling Elders alternarán entre una inmersión profunda en las formas en que las personas ordenadas como ancianas gobernantes disciernen y miden la vida de una congregación a través del ministerio de las membresías e historias sobre cómo están usando su llamado y dones mientras se mueven dentro y fuera de las paredes de la congregación.
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