¿Confía usted en Jesucristo como Salvador, lo reconoce como Señor de todos y todas y Cabeza de la Iglesia y mediante Él cree en un Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo? (W-4.0404 a.)
Hay mucho significado en la primera pregunta que se hace durante la ordenación y la instalación. Si ya estaba abrumado/a por haber sido ordenado, instalado y se esperaba que sirviera fielmente, esta primera pregunta podría llevarlo al límite. Solamente está preguntando sobre su confianza final, salvación, eclesiología y teología de la Trinidad. No es gran cosa. Podría responder que sí sin pensarlo mucho, pero sospecho que usted quiere estar de acuerdo con lo que promete. ¿Por dónde empezar?
En seminario aprendí una sugerencia para estudiar las Escrituras que nunca me ha fallado: encierra en un círculo los verbos. Puede haber más en la técnica, como subrayar nombres, dibujar flechas y conectar ideas, pero nada de eso se me quedó como lo hizo el verbo. Los verbos en círculo saltan de la página y resaltan lo que se nos pide que hagamos: amar, servir, pedir, buscar, tocar, regocijarnos, orar. Centrarse en los verbos nos ayuda a discernir cómo comenzar a responder al llamado de Dios a través de las Escrituras. Puede ser lo mismo cuando respondemos al llamado de servir como ancianos/as gobernantes. Entonces, comencemos con los verbos.
Esta primera pregunta contiene tres grandes — confiar, reconocer, creer, todo acerca de Jesús.
CONFIANZA: ¿Confía usted en Jesucristo su Salvador? No confíe en si mismo, en sus compañeros/as ancianos gobernantes o en la iglesia como un todo. La pregunta es acerca de Jesús. ¿Tiene confianza en Él y en lo que ha logrado a través de su vida, muerte y resurrección? No creo que esto signifique que usted tiene que entender cómo funciona. La pregunta es "¿usted confía?", ¿no ha recopilado suficiente evidencia? Y es "confía en Jesús", no puede demostrar por si mismo/a que usted es digno/a. La confianza asume que no entiende y que sabe que usted no es digno, pero pone su fe en que Jesús es quien dice que es: su Salvador que le extiende la gracia gratuitamente. CONFIANZA: ¿Confía en Jesucristo su Salvador?
RECONOCE: ¿Y usted quién dice que es Jesús? ¿A toda la creación? ¿A la iglesia que usted ayudará a dirigir? Esto no asume (y la iglesia no espera) que usted pueda escribir y defender una disertación sobre la persona de Jesús, su obra de salvación y su autoridad sobre el cosmos. Ni siquiera asume que siempre recordará actuar de la manera en que actúa un seguidor de Jesús. La pregunta es más como esta: ¿Está de acuerdo aquí hoy en que Jesús debería ser a quien debemos mirar como el líder de todas nuestras vidas y de la iglesia? Incluso si cada día nuestra decisión significara una nueva oportunidad de practicar vivir esto, comenzamos por reconocerlo individualmente y juntos. ¿Confía usted en Jesucristo como Salvador, lo reconoce como Señor de todos y todas y Cabeza de la Iglesia y mediante Él cree en un Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo?
CREER: ¿Cree usted, por su confianza en Jesús, que Él es el Señor de todo, en un solo Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? El lenguaje trinitario aquí hace eco de nuestras confesiones de fe más antiguas, que decimos juntos/as como un cuerpo de creyentes. En los Credos de los Apóstoles y de Nicea (y durante el bautismo y otras liturgias) probablemente usted ha estado diciendo “Creo en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo” mientras ha estado adorando. Es probable que haya momentos en que fue fácil decirlo y momentos en que necesitó las voces de otros/as para ayudarle a decirlo. Es posible que haya escuchado varios sermones tratando de explicar lo que creemos acerca de cómo Dios es tres en uno. Este es uno de los misterios de Dios que desafía toda explicación y nos ayuda a practicar la fe. Es una afirmación de que nuestro único Dios obra de múltiples maneras. Por lo tanto, afirme su creencia de que Dios aparece de las tres formas en su vida mientras reflexiona sobre su llamado a servir como anciano/a gobernante. Diga sí a su creencia de que Dios está en relación con usted como Creador, Cristo y Espíritu, sosteniéndole, desafiándole y amándole. Diga sí a su creencia de que el Espíritu Santo de Dios seguramente le equipará y guiará mientras usted busca liderar. ¿Confía usted en Jesucristo como Salvador, lo reconoce como Señor de todos y todas y Cabeza de la Iglesia y mediante Él cree en un Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo?
Para reflexionar:
- ¿Cómo le ayuda a responder la primera pregunta al centrarse en los verbos confiar, reconocer y creer (W-4.0404 a.)? ¿Qué otros verbos son importantes para su fe?
- ¿Cuándo ha necesitado recordar que Jesús es Señor de todos y Cabeza de la Iglesia?
- ¿De qué manera los materiales de Tener vida en Cristo profundizan su comprensión de esta pregunta?
La Rvda. Julie Coffman Hester es pastora y escritora en el Presbiterio de Carolina del Norte Occidental. Ella se inspira en los fieles ancianos/as gobernantes, como su padre y madre, y en los notables discípulos/as donde ha servido en las congregaciones locales.
Este artículo es el primero de una serie de 12 partes que se enfoca en las preguntas constitucionales que el liderazgo de la iglesia responde al ser ordenado e instalado, utilizando algunos de los materiales de Tener vida en Cristo (Coming Alive in Christ: Training for PC(USA) Ruling Elders and Deacons Based on the Constitutional Questions), que está disponible en equip.pcusa.org.