Durante los últimos dos años, la anciana gobernante Vilmarie Cintrón-Olivieri y la reverenda Cindy Kohlmann han viajado por todo el país visitando concilios intermedios, iglesias y comunidades. Sus viajes las llevaron al extranjero a Israel/Palestina, Kenia, Grecia, Liberia y más. Han dirigido conferencias grandes y pequeñas, han predicado en iglesias devastadas por tormentas después de huracanes y han llorado con personas que buscan la libertad en los Estados Unidos de sus países devastados por la guerra y la pobreza.
Durante los últimos tres meses, han dependido de Zoom, Facebook y otros medios tecnológicos para alcanzar y conectarse con la denominación. Terminaron sus turnos como co-moderadoras de la 223ª Asamblea General (2018) moderando el plenario de apertura de la primera asamblea virtual de la iglesia.
En su informe final a los más de 500 comisionados/as, 180 delegados/as asesores/as y cientos de miembros, personal y voluntarios/as corresponsales, las dos compartieron breves aspectos destacados de los dos últimos años.
"Hay tantos aspectos diferentes que se unen para crear la forma del servicio de ser Co-Moderadoras, cada una de nosotras aporta su propio sentido de llamado y enfoque particular a la obra," dijo Cintrón-Olivieri. "Para nosotras era importante ser accesibles, estar presentes en la medida de lo posible con la iglesia a nivel general, y continuar la labor de llamar al cuerpo de Cristo a ser tan diverso como el mundo que nos rodea, y tan acogedor como es Dios, que creó ese mundo."
Cintrón-Olivieri es educadora y anciana gobernante de la Primera Iglesia Presbiteriana Española en Miami. Fue la primera hispana latina y puertorriqueña elegida como co-moderadora. Kohlmann, que ha pastoreado iglesias en Ohio y Massachusetts, actualmente sirve como presbítera de recursos para el Presbiterio de Boston y el Presbiterio del Norte de Nueva Inglaterra. A pesar de sus diferencias geográficas, ambas se describen como presbíteras de toda la vida que han amado la iglesia desde la infancia.
"Desde el momento en que nos eligieron el 16 de junio de 2018, nos hemos esforzado por servir con energía y entusiasmo, viviendo la unidad del Espíritu en los lazos de la paz que se representa en la 223ª Asamblea General (2018)," dijo Kohlmann. "Parte del trabajo visible en el Oficio de Moderador es fortalecer la conexión del cuerpo de Cristo en toda la iglesia, y la forma principal de hacerlo ha sido visitar los concilios y los socios de misión de la IP (EE. UU.)."
Ambas han utilizado los medios de comunicación sociales para documentar sus viajes y conferencias, generando un gran número de seguidores entre los presbiterianos/as y los socios ecuménicos.
Después de que la pandemia de COVID-19 detuvo todos los viajes de la iglesia, las dos recurrieron a Facebook Live para conectarse con la iglesia. Kohlmann organizó un canto diario de himnos y Cintrón-Olivieri leyó libros infantiles semanalmente. También pudieron conectarse virtualmente con el presbiterio y otras reuniones de la iglesia en todo el país.
"La energía en la época del coronavirus ha sido diferente, pero no menos necesaria y no menos intensa," dijo Cintrón-Olivieri. "Se requiere una nueva resistencia: ir a las reuniones del presbiterio de Zoom para predicar y enseñar, presentar iniciativas en línea como #stayathomehymnsing, conversaciones #CoModPopUp, y el tiempo de cuentos de Flyaway Books, ambos a través de Facebook Live, aprender a moderar usando Zoom y PC-Biz."
"Hemos podido conectar con muchos más presbiterios durante este período de quedarnos en casa," dijo Kohlmann. "La lista de conexiones digitales es extensa y nos sentimos muy bendecidas de habernos unido a tantos de ustedes en la comisión de sus comisionados/as y delegados/as asesores de la Asamblea General.”
Las Co-Moderadoras dicen que han sido bendecidas al ver la imaginación desarrollarse en la denominación en forma de creatividad con nuevos ministerios y comunidades de adoración, eventos innovadores, foros, nuevas conferencias, congregaciones y más.
"La imaginación también sorprendió cuando la denominación participó en eventos y actividades creativas en torno a la lectura de Neighborhood Church: Transforming Your Congregation into a Powerhouse for Mission de Krin Van Tatenhove y Rob Mueller como parte de la iniciativa 'Una Iglesia, Un Libro'," dijo Cintrón-Olivieri. "Estamos agradecidas de haber visto a nuestras congregaciones abrazar de forma audaz y nueva la llamada a ser lugares donde se aprecia la imaginación, la vida brota, las aguas curativas fluyen, y la justicia se establece."
Las manifestaciones recientes reclamando justicia han animado tanto a Cintrón-Olivieri como a Kohlmann a intentar hacer más.
"En virtud de nuestro amor profundo que sentimos por la iglesia, llamamos a la IP (EE. UU.) a confesar nuestra complicidad con las estructuras que perpetúan la injusticia racial, un sistema económico que depende de que un gran porcentaje de las personas vivan en pobreza para que unas cuantas prosperen, y la timidez de fe que prefiere medirse en función del número de congregantes en lugar de la profundidad de su impacto," dijo Kohlmann. "Llamamos a la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) a ampliar su alcance, a escuchar las 'voces de la gente, mucho tiempo silenciadas' en el contexto de nuestra denominación y del mundo, y a crear cupo en la mesa para aquellas personas que todavía observan desde lejos las deliberaciones de una denominación que supuestamente es suya."
El informe final de las Co-Moderadoras de la 223ª Asamblea General (2018) se puede encontrar aquí.