En el aluvión de titulares sobre COVID-19, quedó medio sumergida la noticia de que la Madre Naturaleza todavía está haciendo lo suyo.
El centro de Tennessee queda aturdido a causa de un brote fuerte de tormentas a principios de este mes, un terremoto sacudió a Utah el miércoles pasado y la primavera generalmente viene con tornados y tormentas desgarradoras, incluidas las que azotaron el sureste el martes.
Como siempre, Asistencia Presbiteriana en Desastres (Presbyterian Disaster Assistance, PDA) responderá a los pedidos de socorro, aunque de una manera algo alterada, dadas las limitaciones de una prohibición de viajes domésticos de toda la iglesia y el distanciamiento social necesario para detener la propagación de la coronavirus.
¨"Los desastres no paran a pesar de que no podemos viajar," dice David Rauer, voluntario que vive en Nueva Jersey y participa en el Equipo Nacional de Respuesta de PDA.
Como integrante del Equipo Nacional de Respuesta, Rauer viaja con frecuencia a lugares donde ocurren desastres y ayudar a coordinar respuestas con los/as líderes Presbiterianos/as del local. Sus despliegues pueden durar de días a meses.
Pero durante el último par de semanas, está desplegado virtualmente en Cookeville, Tennessee, que fue golpeado por tormentas severas el 2 de marzo, mientras él permanecía en su casa en Nueva Jersey.
"Aunque sucede con poca frecuencia, PDA ha participado en implementaciones virtuales," dijo el reverendo Jim Kirk, Asociado para la Respuesta a Desastres (EE. UU.). "Cuando las personas que necesitábamos no pudieron viajar, teníamos que encontrar otras formas de responder, a veces consultando con el liderazgo para discernir la respuesta."
Pero en el futuro previsible, PDA tendrá que responder a situaciones nuevas y en curso desde lejos. Una de las principales ventajas que tiene este modelo es la tecnología de comunicaciones moderna, que permite a los miembros del equipo de respuesta como Rauer usar una variedad de herramientas, desde teléfonos celulares hasta videoconferencias y comunicación, para evaluar lo que está sucediendo y desarrollar una respuesta.
Al responder a la situación en Cookeville, Rauer dijo que ha tenido contacto regular con la First Presbyterian Church en Cookeville—que tiene una presencia muy activa en Facebook transmitiendo información sobre los esfuerzos para responder a las tormentas y al COVID-19—conociendo la situación, los participantes en los esfuerzos de recuperación y cuáles son esos esfuerzos. A su vez, Rauer está trabajando para orientar a la iglesia sobre las implicaciones de la recuperación a largo plazo, los recursos están disponibles y formas de planificar.
Trabajar desde casa, dijo, implica más trabajo de recopilar listas de recursos e incluso una presentación instructiva de PowerPoint que reunirse con personas y el desarrollo de relaciones que ocurre durante los despliegues en el lugar.
"Mucho sucede dentro de las relaciones: estar en la habitación con las demás personas y comprender lo que está sucediendo, saber cuál es la situación," dijo Rauer. "Esta situación quita ese toque personal, pero intentamos hacer lo mejor que podemos."
A medida que se presentan nuevas situaciones, Kirk dice que PDA imitará lo que hace Rauer en el Presbiterio de Middle Tennessee al responder a las solicitudes de asistencia.
Las restricciones sobre los desplazamientos y contactos también producen un impacto en las respuestas y capacitaciones de PDA en curso.
Kathy Riley, Asociada para Cuidado Emocional y Espiritual de PDA, tenía planeado llevar a cabo capacitaciones de resistencia en varios lugares, incluido en Puerto Rico, antes de que la pandemia de COVID-19 llegara a los Estados Unidos. Ahora, está considerando tomar esa capacitación virtualmente a través de un seminario web, y también responder a solicitudes de agencias como la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias para seminarios web de capacitación de resistencia directamente relacionados con COVID-19.
"Cuando estamos cara a cara, hay mucho tiempo para compartir historias y consejos," dijo Riley sobre las capacitaciones de resistencia presenciales, lo que ayuda a las personas a superar los desafíos de salud mental de pasar por y responder a un desastre.
La capacitación, dijo Riley, ayuda a las personas a conocer los signos de estrés y las claves para desarrollar la resistencia. En las próximas semanas, PDA planea ofrecer una versión de su capacitación en resistencia en un seminario web para todo interesado.
"Preferimos ofrecerla a grupos en vivo," dijo Riley, señalando que los temas de resistencia y salud mental se prestan a la interacción del formato del seminario web. "Pero también lo haremos disponible en forma grabada."
Una pandemia requiere una resistencia diferente a la mayoría de los desastres naturales o los causados por humanos, dijo Riley.
"Por lo general, hay un principio y un final, y uno ya sabe lo que sucedió y que todo terminó," dijo Riley acerca de los desastres a los que típicamente responde la PDA. "Con esto, no sabemos ni a qué nos enfrentamos, cuál es su alcance y por cuánto tiempo durará."
PDA está formulando una respuesta general a COVID-19, y se proporcionará información sobre esa respuesta.
Mientras tanto, la primavera está aquí, en toda su belleza y peligro.
"En el ministerio, creo que la presencia es crucial", dijo Kirk. “La gente dirá que podemos ahorrar tanto dinero al simplemente hacer despliegues virtuales. Si bien esto es cierto, hay un valor agregado asombroso cuando estamos (literalmente) con las personas afectadas por un desastre."
“Pero sí creo que, por ejemplo, en el Presbiterio de Tennessee Central, con el personal del presbiterio y el pastor con el que David está trabajando, hay mucha gracia y entienden por qué no estamos ahí. Existe ese período de gracia, cuando podemos hacer un muy buen trabajo. Si bien obtendremos una valiosa sabiduría de los modos alternativos de respuesta, no lo considero un modelo para el futuro, nuevamente, debido a la importancia de que este ministerio sea encarnacional.”
Rauer dijo: “Estoy deseando ir a algún lugar en el futuro, cuando ya se permita viajar nuevamente. Esta situación pasará, pero nuestro trabajo nunca termina.”
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Asistencia Presbiteriana en Desastres es uno de los ministerios de Compasión, Paz y Justicia de la Agencia Presbiteriana de Misión.