La rápida propagación de COVID-19 (coronavirus) ha suscitado muchas preguntas dentro de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) sobre cómo la iglesia lleva a cabo todo, desde el culto y la comunión, hasta las reuniones oficiales en lugar de las cuarentenas y los llamados al distanciamiento social. La mayoría de las iglesias han optado por cerrar durante la pandemia y el pasado fin de semana, el reverendo Dr. J. Herbert Nelson, II, pidió a todas las iglesias que se abstuvieran de celebrar servicios de adoración presenciales en un esfuerzo por contener el virus.
En los últimos días, el personal de Teología, Formación y Evangelismo en la Agencia Presbiteriana de Misión, la Oficina de la Asamblea General y el Secretario Permanente de la Asamblea General de la IP (EE. UU.), han analizado y revisado el Libro de Orden, el Directorio para Adoración y otra documentación para determinar la mejor manera de avanzar. Hoy, la Oficina de la Asamblea General emitió una opinión consultiva indicando que las iglesias pueden ofrecer una comunión virtual o en línea durante una emergencia / pandemia.
« En circunstancias de emergencia, pueden existir situaciones en las que las necesidades pastorales de ese momento requieran que la iglesia tome medidas contrarias a la práctica normal» dice el comunicado. «Durante una emergencia o una pandemia en la que la iglesia no puede reunirse o se aconseja no reunirse en persona por razones de salud pública, el consistorio de una congregación puede determinar que esto incluye observar la comunión en línea».
El Libro de Orden da la responsabilidad al consistorio (y a otros concilios) de autorizar la celebración de la Cena del Señor al menos trimestralmente ... de acuerdo con los principios del Directorio para la Adoración.
«Las decisiones que se toman dentro de una emergencia o durante una pandemia que impiden que la iglesia se reúna en persona no deben entenderse como un cambio en la interpretación de esta denominación del significado y la práctica del sacramento de la Cena del Señor que se encuentra en el Directorio para la Adoración» dice. «Esta interpretación se ha desarrollado de maneras profundamente presbiterianas: a través de la detenida reflexión, estudio, análisis y mediante la toma de decisiones colectiva.»
La opinión dice que el consistorio puede autorizar la Cena del Señor durante un servicio virtual tras una exploración minuciosa de la teología de la Cena de Señor usando las Escrituras, las Confesiones y el Libro de Orden y con una clara comprensión del por qué el consistorio toma la decisión y cómo recibirán el sacramento aquellas personas que participarán en la Cena del Señor desde su hogar como un medio de la gracia de Dios.
El reverendo Dr. J. Herbert Nelson, II dice que espera que la opinión consultiva brinde claridad y dirección a las iglesias durante la pandemia.
«Estos son tiempos realmente difíciles en nuestro mundo de hoy, en formas que nunca antes habíamos experimentado —dijo.— Deseamos tener comunidad y adorar al Señor nuestro Dios juntos como el cuerpo de Cristo, pero también nos damos cuenta del riesgo que supone una reunión física para todos nuestros seres queridos. Esperamos que esta nueva opinión consultiva aclare cómo las iglesias y los concilios pueden avanzar. Estamos caminando juntos por este camino desconocido. A veces tropezamos, pero con la ayuda de Dios, nunca caeremos.»
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