Mapa oficial del Plan de Paz de Trump, también conocido como Visión para la Paz y

Mapa oficial del Plan de Paz de Trump, también conocido como Visión para la Paz y "Acuerdo del Siglo", por el gobierno federal de los Estados Unidos. Dominio público.

El secretario de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) dice que no ve nada en el plan del Medio Oriente del presidente Donald Trump que beneficie a la comunidad palestina. El reverendo Dr. J. Herbert Nelson II emitió una declaración al pueblo presbiteriano hoy denunciando el plan:

—Este «acuerdo» es poco más que una reformulación cínica de las condiciones que han mantenido al pueblo palestino bajo la ocupación israelí durante décadas —escribe. —Codifica el robo atroz de tierras palestinas por parte de Israel y continuaría el gobierno militar de Israel, incluso sobre las áreas asignadas al llamado estado palestino.

Nelson dijo que desde la perspectiva de las anteriores Asambleas Generales Presbiterianas, el plan es una «violación consumada» de los principios más básicos necesarios para la paz en la región

—Debemos hablar en nombre de la comunidad presbiteriana, residentes de esta tierra por generaciones —dice el comunicado. —Su tierra ha sido robada. Sus lugares sagrados han sido denigrados. Sus hogares y negocios han sido destruidos y todas las personas viven bajo el puño de hierro de la continua ocupación militar de Israel.

El presidente dio a conocer el plan de ochenta páginas en una conferencia de prensa a principios de esta semana.

Lea la declaración completa del secretario permanente a continuación:

 

Oficina de la Asamblea General
REVERENDO DR. J. HERBERT NELSON, II
SECRETARIO PERMANENTE de la Asamblea General 

 

Estimados/as hermanas y hermanos presbiterianos

Mientras continúa el juicio político del presidente Donald J. Trump, parece que el presidente ha tratado de cambiar el tema al anunciar su «acuerdo del siglo» para poner fin a la antigua lucha entre el pueblo israelí y palestino en la «Tierra Santa». Este «acuerdo» es poco más que una reformulación cínica de las condiciones que han mantenido al pueblo palestino bajo la ocupación israelí durante décadas. Codifica el robo atroz de tierras palestinas por parte de Israel y continuaría el gobierno militar de Israel, incluso sobre las áreas asignadas al llamado estado palestino. Carece de evidencia de una verdadera disposición a incluir los intereses de la comunidad palestina.

 

Desde la perspectiva de las anteriores AsambleaGenerales Presbiterianas, el plan es una «violación consumada de los principios más básicos necesarios para la paz en la «Tierra Santa».  Nuestra iglesia ha condenado constantemente la invasión progresiva de Israel en tierras reconocidas por la comunidad internacional como territorio palestino. Israel ha confiscado franjas masivas de esta tierra en el establecimiento de asentamientos ilegales y en la ocupación militar de tierras palestinas a lo largo del lado oeste del río Jordán. Además, la administración Trump ha aceptado la voluntad de los líderes israelíes al declarar que la Ciudad Santa de Jerusalén es la capital única e indivisa de Israel y ha reubicado la embajada de los Estados Unidos allí. El interés histórico sobre la profunda importancia religiosa de esta ciudad para cristianos y musulmanes ha sido ignorado y dañado, si no destruido por estos actos unilaterales.

Debemos hablar en nombre de la comunidad presbiteriana, residentes de esta tierra por generaciones. Su tierra ha sido robada. Sus lugares sagrados han sido denigrados. Sus hogares y negocios han sido destruidos y todas las personas viven bajo el puño de hierro de la continua ocupación militar de Israel. Esto no cambiaría bajo este «acuerdo» propuesto. Como cristianos, preocupados por nuestras propias raíces en esta «Tierra Santa» clamamos con angustia y enojo cuando se produce una especie de «limpieza étnica» social y religiosa bajo estos esfuerzos del actual liderazgo israelí y de nuestro propio presidente.

Una de las profundas ironías del impacto de la continua toma ilegal de tierras palestinas y el control draconiano sobre la comunidad palestina por parte de Israel y sus fuerzas armadas, es el potencial para alimentar el creciente antisemitismo en Europa y los Estados Unidos que tanto aborrecemos. Más violencia es el fruto inevitable de un «acuerdo» como el propuesto. Y la comunidad judía israelí debería comprender, mejor que nadie, las tragedias de la opresión sostenida.

Hago un llamado a todo el pueblo presbiteriano que anhela la paz en la Tierra Santa para exigirle a nuestro presidente un «acuerdo» mejor. Debemos dejar en claro a nuestros líderes políticos que la «tierra de Israel» nunca estará en paz hasta que se haga justicia para todo su pueblo, no solo para los miembros de la comunidad judía.

Que el llamado de Dios a «hacer justicia» nos motive a exigir que nuestros propios políticos trabajen hacia un futuro equitativo para musulmanes, cristianos y personas de otras religiones o de ninguna religión, así como nuestras hermanas y hermanos judíos.

En la fe que compartimos,

 J. Herbert Nelson Signature

Reverendo Dr. J. Herbert Nelson II
Secretario Permanente de la Asamblea General
Iglesia Presbiteriana (EE. UU.)


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