El hombre de diecinueve años acusado de abrir fuego en una sinagoga cerca de San Diego se encuentra hoy en la cárcel, enfrentándose a cargos de asesinato e intento de asesinato. El sábado pasado, se dice que interrumpió un servicio de Pascua en Jabad de Poway cerca de San Diego, matando a un miembro e hiriendo a otros tres.
El tiroteo es el último de una creciente lista de ataques violentos relacionados con reuniones religiosas. El Reverendo Dr. J. Herbert Nelson II, secretario permanente de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.), ha denunciado el tiroteo y está pidiendo el fin de la violencia racial y religiosa.
Declaración:
Una vez más, "los principados y los poderes del mal", contra los cuales se nos advierte en las Escrituras, levantan sus feas cabezas, personificadas en actos individuales de violencia contra aquellas personas consideradas "las otras". Estamos de luto por las víctimas del ataque contra nuestras hermanas y hermanos judíos mientras adoraban en el Jabad de Poway, cerca de San Diego, California, y especialmente el asesinato de la miembro de la sinagoga, Lori Gilbert Kaye, quien heroicamente se colocó entre el tirador y el rabino Yisroel Goldstein.
Expresamos nuestra angustia en nombre del rabino Goldstein y la congregación, y nos unimos a ellos para pedir que se ponga fin a la violencia racial y religiosa que es una mancha no solo para nuestra nación sino también para todas las naciones del mundo.
Notamos que el presunto asesino está vinculado también con el incendio del 24 de marzo que dañó la mezquita de Dar-ul-Arqam, también cerca de San Diego. Esta es una evidencia más del odio y el temor de las personas de otras etnias y religiones que está encarnada en demasiadas personas en nuestra nación.
Como pueblo cristiano, estamos llamados a renovar nuestro propio compromiso con el Príncipe de la Paz, y para demostrar su amor hacia todos los hijos de Dios, sin importar su compromiso con otras religiones. Renovemos todos nuestra respuesta a Él, buscando la paz y la justicia para todos, y demostrando vigilancia contra todo signo de prejuicio y violencia potencial contra otras personas.