A medida que la crisis humanitaria y económica se agrava en Venezuela, el Reverendo Dr. J. Herbert Nelson II, Secretario Permanente de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.), está instando a todo el pueblo presbiteriano a orar por una solución pacífica. En una carta a la iglesia, Nelson dijo que la gente de Venezuela enfrenta una escasez de alimentos, medicinas y servicios básicos en medio de una corrupción generalizada.
"Hacemos un llamado a los que están en el poder en el país para buscar una solución pacífica a esta lucha por el liderazgo", se lee en la carta. "Instamos a los que están fuera y que amenazan con intervenir para que desistan de acciones que solo pueden empeorar la tragedia venezolana y exacerbar lo que ya es una crisis regional".
Nelson pide oraciones para la Iglesia Presbiteriana de Venezuela (IPV), socio de la IP (EE. UU.) a través de la Red de Misiones Venezolanas y otras organizaciones ecuménicas.
A continuación la carta completa:
Hermanas y hermanos de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.)
Con urgencia, les ruego tomar nota de la crisis que existe en Venezuela, y especialmente del impacto que este conflicto trágico tiene en las vidas de nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia Presbiteriana de Venezuela (IPV). Hemos tenido un trabajo conjunto con la IPV desde hace muchos años; actualmente nuestro ministerio común se plasma en la Red Venezolana de Misión y en conjunto con otras contrapartes ecuménicas en la región.
Como suele suceder, la iglesia está profundamente afectada por las crisis sociales, económicas y políticas como aquellas que hoy están enfrentando Venezuela, y reconocemos nuestra responsabilidad ante nuestras hermanas y hermanos que inexorablemente se encuentran atascados en este conflicto. El pueblo venezolano no solo está experimentando una inflación desastrosa, la cual ha generado escasez de alimentos, medicamentos y servicios básicos, empeorados por una corrupción extendida, sino también una sociedad dividida por lideres que están disputando el poder del gobierno nacional.
En solidaridad con el pueblo venezolano, y especialmente con nuestra iglesia hermana allí, llamamos a los que están en puestos de autoridad en el país a buscar una resolución pacífica a esta pugna por el poder. Además, instamos a las potencias extranjeras que están amenazando con intervenir en los asuntos internos de Venezuela desistir de sus acciones que solamente van a empeorar la tragedia venezolana y exacerbar lo que ya es una crisis regional.
Al levantar nuestras voces en apoyo a nuestra iglesia hermana y todo el pueblo venezolano, llamamos a la comunidad internacional a estar alerta y a ejercer su sano juicio para asegurar que la intervención de potencias externas no haga recrudecer esta crisis.
De nuevo, llamo a toda la comunidad presbiteriana a orar por nuestros hermanos y hermanas en Venezuela y por todo el liderazgo en esta nación y en la región, para que el resquebrajamiento vivido por esta bella nación pueda ser sanada de manera pacífica y sin más conflicto.
En el Espíritu de Aquel que es el Príncipe de la Paz,
Rvdo. Dr. J. Herbert Nelson II
Secretario Permanente de la Asamblea General
Iglesia Presbiteriana (EE. UU.)