El Rvdo. Dr. J. Herbert Nelson II, secretario permanente de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.) pide una acción drástica en respuesta a un nuevo informe de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Según un panel internacional de la ONU, la atmósfera de la Tierra podría calentarse hasta 2,7 grados Fahrenheit por encima de los niveles preindustriales en los próximos 12 años.
Nelson dijo que los resultados podrían significar una mayor sequía y pobreza, lo que llevaría a la escasez de alimentos, a los incendios forestales y entre otros problemas.
«Queremos que nuestros hijos e hijas respiren aire puro y beban agua limpia. No deseamos que las vidas y las iglesias se vean constantemente afectadas por desastres naturales causados por el cambio climático», dijo.
Nelson insta a las iglesias y comunidades a ser más consientes en el uso de la energía, disminuir la huella de carbono y abogar por políticas ambientales seguras en todos los niveles del gobierno.
Lea la declaración completa a continuación:
Hermanos y hermanas en Cristo.
Dios es dueño de toda la tierra y de todo lo que hay en ella; también es dueño del mundo y de todos sus habitantes. Dios afirmó la tierra sobre el agua de los mares; Dios afirmó este mundo sobre el agua de los ríos. —Salmo 24: 1-2
De acuerdo con un nuevo informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de lasNaciones Unidas, la tierra de Dios podría enfrentar terribles consecuencias antes de lo que pensábamos. Este panel de 91 científicos de 40 países ha llegado a la conclusión de que, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan al ritmo actual, nuestra atmósfera se calentará hasta 2,7 grados Fahrenheit por encima de los niveles preindustriales para el 2040.
Según el panel, los resultados intensificarían la sequía y la pobreza que enfrentamos ahora. Habría escasez de alimentos, incendios forestales y los arrecifes de coral morirían a una velocidad alarmante.
La 223a Asamblea General (2018) afirmó una vez más lo apasionante que es el pueblo presbiteriano en cuanto a cuidar la creación de Dios, en particular a responder con acción fiel en un momento de cambio climático.
La política llamada «La tierra es del Señor» alienta a «toda la iglesia a levantar una voz profética con respecto a la urgencia de sanar el clima de la tierra, nuestro hogar y el regalo de Dios para el futuro de toda vida, humana y no humana», mientras los/as pastores/as llevan la batuta moral de predicar y enseñar, mientras que las congregaciones y el pueblo presbiteriano lideran con nuestro ejemplo de elección de energía con integridad.
Otra política que fue aprobada por la asamblea alentó a la iglesia a «expresar su profunda preocupación por los efectos destructivos del cambio climático en toda la creación de Dios, incluido un impacto desproporcionado en quienes viven en la pobreza y en los países menos desarrollados» mientras aboga por la creación de precios de carbono que sean justos, especialmente para las personas que viven en poblaciones vulnerables.
La asamblea, después de mucho debate y consideración de la desinversión de combustibles fósiles, votó a favor de mantener la actual estrategia de compromiso corporativo con la Misión de Responsabilidad para la Inversión y así continuar involucrando a las compañías de combustibles fósiles de las cuales la IP (EE. UU.) tiene acciones en temas de cambio climático y sostenibilidad ambiental, mientras examina a esas empresas para su desinversión selectiva en la 224ª Asamblea General (2020).
Estas, y las décadas de las políticas aprobadas por la Asamblea General y la acción presbiteriana sobre el clima, son bastante cruciales ahora.
El pueblo presbiteriano cree que todas las personas son amadas por Dios y merecen un futuro saludable y brillante. Queremos que nuestros hijos e hijas respiren aire puro y beban agua limpia. No deseamos que las vidas y las iglesias se vean constantemente afectadas por desastres naturales causados por el cambio climático. Lo que han experimentado nuestro pueblo presbiteriano en Carolina del Norte, Puerto Rico, Florida, Texas, California, Nueva Jersey y Luisiana nos está ayudando a darnos cuenta de que ahora es el momento de tomar medidas audaces y de que todos podemos tomar medidas en la dirección correcta: utilizar energía eficientemente, comprando energía renovable, reduciendo nuestra huella de carbono y abogar por políticas ambientales seguras en todos los niveles del gobierno.
https://www.nytimes.com/2018/10/07/climate/ipcc-climate-report-2040.html
https://www.nationalgeographic.com/environment/2018/10/ipcc-report-climate-change-impacts-forests-emissions/
En el nombre de Cristo que servimos,
Reverend Dr. J. Herbert Nelson, II
Secretario Permanente de la Asamblea General
Iglesia Presbiteriana (EE. UU.)