El Secretario Permanente de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (U.S.A.), J. Herbert Nelson, II, ha prometido el apoyo de la iglesia a los receptores de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y a sus defensores a raíz de la decisión del Presidente Trump de poner fin al programa. DACA ha proporcionado protección a unas 800.000 personas que fueron traídas a los Estados Unidos por sus padres sin documentos de inmigración adecuados.
«Ustedes no son extraños, sino vecinos. Ustedes son creados a imagen de Dios», escribió Nelson en su carta a las personas afectadas por la decisión de Trump. «Lo que parecían imposibles se hizo posibles gracias a DACA. Cada comunidad en los Estados Unidos, sea consciente o no, está mejor gracias a lo que este programa le permitió hacer por ustedes mismos».
Nelson prometió el apoyo, las oraciones y la acción de la iglesia. «Despertemos de nuevo a la lucha. No tengamos miedo del discurso lleno de odio, sino que ofrecemos un camino alternativo», dijo Nelson. «Dios nos ha llamado a amarnos mutuamente, y ese amor nos impulsa a la acción. Y actuaremos».
A continuación, la carta de Nelson al presidente, fechada el 5 de septiembre del 2017:
Estimados beneficiarios de DACA,
Como Secretario Permanente de la Asamblea General, el máximo funcionario eclesiástico elegido de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.), lamento la decisión errónea del Presidente de rescindir el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Es inexplicable, inexcusable e irresponsable que el Presidente puso fin a este necesario y exitoso programa.
La IP EE. UU.), como iglesia nacional, apoya la presencia y las contribuciones de las personas inmigrantes en los Estados Unidos. Ustedes son miembros integrantes de nuestras comunidades e iglesias compartidas. Ustedes no son extraños, sino vecinos. Ustedes son creados a la imagen de Dios. DACA ofreció posibilidades y las personas miembros de nuestras congregaciones y comunidades soñaron con esas posibilidades, obteniendo mejores empleos, licencias de conducir, otorgación de estudios superiores y el comienzo de familias. Las cosas que parecían imposibles se hicieron posibles debido a DACA. Cada comunidad en los Estados Unidos, así se den cuenta o no, está mejor gracias a lo que este programa les permitió hacer por sí mismas.
Esta iglesia está con ustedes. Les sostenemos en este momento muy difícil. Estoy orando por ustedes. La IP (EE. UU.) está orando por ustedes. Pero sabemos que esta lucha no termina con esta decisión. Ustedes son verdaderos ejemplos de ciudadanía activa que aboga por sus derechos. Nosotros abogamos con ustedes. Levantamos nuestras voces con ustedes. Aplaudo la excelente organización, movilización y demostración pública coordinada por sus líderes y por sus partidarios en las redes de DREAMers/DACA que luchan incansablemente por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). El movimiento público de solidaridad y apoyo al programa DACA es prueba de esfuerzos combinados. Estos esfuerzos ofrecen otras opciones, y coordinaremos el esfuerzo con sus muchos partidarios para buscar maneras de encontrar una solución más justa y permanente al limbo de inmigración al que nosotros, como país, hemos sido complacientes. Ustedes tienen nuestro apoyo. Despertemos de nuevo a la lucha. No tengamos miedo al discurso lleno de odio, sino que ofrezcamos un camino alternativo. Dios nos ha llamado a amarnos mutuamente, y ese amor nos impulsa a la acción. Y eso es lo que haremos.
«Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido tiempo». —Gálatas 6:9
En la fe que compartirnos,
El Reverendo Dr. J. Herbert Nelson, II
Secretario Permanente de la Asamblea General
Iglesia Presbiteriana (EE.UU.)