En la 222a Asamblea General (2016) de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), los ancianos y ancianas gobernantes se reunieron para un almuerzo y una mesa redonda. Como parte de ese tiempo, se pidió a los panelistas cómo su fe se ve afectada por su trabajo y ministerio como anciano/a gobernante. Uno de los panelistas, Teresa Howell, participó en la discusión en ese día y escribe su respuesta aquí.

Ser llamada a servir como anciana gobernante es un honor y una responsabilidad. Un honor porque un oficial del comité de nominaciones ve dones y habilidades en una persona, y esas habilidades y dones reflejan y apoyan la responsabilidad del servicio al ministerio ordenado en la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.). Si bien puede parecer obvio, ¡la fe es un don y una habilidad necesaria para el servicio en el ministerio ordenado!

«Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos». (Hebreos 11:1, DHH)

Coma anciana gobernante, he servido como secretaria del consistorio, secretaria asistente permanente, y ahora tengo el privilegio de servir como secretaria permanente para el Presbiterio de Middle Tennessee. He moderado reuniones del consistorio, he enseñado en el entrenamiento de oficiales, he participado en las ordenaciones e instalaciones de ancianos/as docentes y gobernantes, he participado servicios de comisionados, he enseñado la gestión de reuniones y procedimientos parlamentarios, ¡así como leer cientos de minutas del consistorio! Entreno comisiones administrativas y comités de investigación, y he trabajado como voluntaria en todos los niveles de la iglesia. A través de este servicio, he conocido a ancianos y ancianas gobernantes, ancianos/as docentes, y los miembros de iglesias; personas que han fortalecido mi fe, han probado mi fe, y muchos de los que tengo la suerte de contar como amigos/as y colegas en mi camino de fe.

Como secretaria permanente para las personas presbiterianas en el centro de Tennessee, mi fe se vine a trabajar conmigo todos los días. En un día cualquiera, hablo con personas que están en búsqueda de recursos, con personas que están preocupadas o ansiosas acerca de algún asunto, o personas que están molestas por algo. A veces, estas conversaciones son acerca de la iglesia o de la Iglesia; algo que paso o no paso en el consistorio o presbiterio o en la Asamblea General. A veces, la discusión se entorna al proceso o al procedimiento parlamentario. Pero, independientemente de los detalles, todas las discusiones requieren una base en la fe (y, a veces ¡en la paciencia!). Todos/as nosotros/as tenemos una cosa en común: Jesucristo es nuestro Señor y Salvador.

Hay momentos en que es difícil recordar nuestra vocación común, para recordar que somos hermanos y hermanas en Cristo. Durante los tiempos más difíciles me acuerdo de que Dios está al mando, y nosotros no, y lo agradezco. Creo que mi trabajo ayuda a que mi fe crezca más fuerte, a veces, durante los tiempos más difíciles. Tengo el privilegio de servir con colegas y amigos/a aquí en el presbiterio y en todo el país, quienes me desafían y me apoyan mientras busco servir a Dios. Doy gracias a Dios por la oportunidad de vivir mi fe cada día, y estoy honrada de trabajar y servir con mis hermanos y hermanas en Cristo, mientras caminamos juntos para vivir en nuestro llamado a amar y servir a Dios.

¿Cómo su fe ha impactado su trabajo y ministerio?


Therese Howell es una anciana gobernante que sirve actualmente como la secretaria permanente del Presbiterio de Middle Tennessee. Ella es un miembro de la Asociación Parlamentaria Nacional y de Tennessee, y es miembro de la Primera Iglesia Presbiteriana de Franklin. Ella y su esposo viven en Franklin, Tennessee con Bella, su Labrador Retriever.

For more about the information provided here, please contact Martha Miller at martha.miller@pcusa.org and browse the Ruling Elders website.