En nombre de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) unimos nuestras voces con personas de todo el mundo para expresar nuestro profundo dolor y angustia por la muerte y las lesiones causadas a las personas en el mercado Sarona en Tel Aviv el 8 de junio. Ofrecemos nuestras más profundas condolencias a las familias de los que fallecieron o están heridos en este incidente más reciente, y apoyamos a todas las personas que están trabajando para poner fin a la violencia que afectan a todos los que viven en la región.
Oramos y trabajamos para conseguir una paz justa y duradera para que todas las personas en Tierra Santa puedan vivir en libertad y sin miedo. Con este fin, instamos a todos los involucrados a regresar a la mesa de negociación, trabajando con renovada energía y determinación para construir dos estados donde exista la libre determinación y el respeto mutuo. En las palabras del profeta Zacarías, (8:16–17)
«Esto es lo que siempre deben hacer ustedes: Díganse siempre la verdad unos a otros, juzguen con justicia y procuren la paz en los tribunales; 17 no se hagan daño unos a otros...».
La Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), con más de 1,6 millones de miembros, ha estado implicada en misión en el Medio Oriente desde 1828 y trabaja tanto a nivel nacional como a nivel internacional con las iglesias locales, organizaciones de la iglesia, y compañeros de misión. Continuamos ofreciendo las energías y recursos de nuestra propia gente en apoyo a la visión de la paz que sabemos que es la voluntad de Dios para todos los que sufren la división y la violencia en la región.