El Comité de Abogacía de Asuntos Raciales Étnicos (ACREC) de la Iglesia Presbiteriana (U.S.A.) rechaza las declaraciones racistas hechas por el candidato presidencial republicano Donald Trump, las cuales son ofensivas para todas las personas, incluyendo a los/as nuevos/as inmigrantes a los Estados Unidos y especialmente a la gente de México y Sur América/Latino América, y descendientes del Medio Oriente.
El día 16 de junio del 2015, el Sr. Trump anunció su candidatura con un discurso insultante y despectivo en contra de las personas por su identidad étnica y discriminando a ciudadanos/as, residentes y trabajadores/as en los Estados Unidos basado en su origen racial, condenándolos como criminales e indeseables. Él dijo que "México no es nuestro amigo... México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (...). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos", también aseguro que "nos están enviando no a la mejor gente y llegan de más allá de México". Ha especificado que vienen de toda América Latina "y probablemente del Medio Oriente". (1)
El ataque cruel por medio de las palabras insultantes del Sr. Trump en contra de inmigrantes mexicanos, latinoamericanos y del Medio Oriente no sólo son inaceptables sino que están basadas en estereotipos que son inaceptables e ilegales en nuestra sociedad. Sus palabras son peyorativas, promoviendo la zenofobia en contra de grupos raciales étnicos no blancos en nuestra nación. Actos criminales pueden ser cometidos por personas de cualquier origen étnico, cultura y nacionalidad. Sabemos también que los Estados Unidos de América es el hogar de los pueblos nativos de esta tierra, y ha llegado a ser el hogar para los inmigrantes no nativos desde el siglo XV, inlcuyendo al Sr. Trump y sus ancestros.
Como cristianos/as proclamamos un Evangelio de justicia, igualdad y amor; creemos en el ser humano hecho a imagen y semejanza de Dios; continuamos llamando a todas las personas a confesar sus pecados de racismo, odio y discriminación. Urgimos particularmente a los/as ciudadanos/as estadounidenses a rechazar el racismo, incluyendo la supremacía blanca y las nociones falsas de derechos y privilegios.
También hacemos un llamado a la Iglesia Presbiteriana (U.S.A.) a confesar los mismos pecados y a vivir el amor reconciliador y la comunión de todos los santos en la unidad de la Iglesia, y como discípulos/as fieles para continuar la búsqueda de una paz justa con derechos igualitarios y dignidad para todas las personas.
(1) https://m.youtube.com/watch?v=3t2MV9IQClU