En el presbiterio donde sirvo, están surgiendo varios nuevos grupos de fe. Uno es dirigido por una anciana docente que fue ordenada para servir a su grupo mientras se estaba formando. Otro anciano se está convirtiendo en un anciano gobernante comisionado (CRE) con el propósito de ser pastor en su comunidad. Como antiguo miembro del comité del comité presbiteriano sobre el ministerio, esto me ha hecho a pensar en el propósito y el origen de la ordenación.
Los presbiterianos han entendido la ordenación como un banco de tres patas. Primero, el llamado viene de Dios; Segundo, el individuo escucha ese llamado; y tercero, un definido grupo de la iglesia ve el potencial de ministerio en el individuo. En el caso de los diáconos, las diaconisas, los ancianos y las ancianas gobernantes, esta comunidad está representada por los comités de nominaciones eclesiásticos, los consistorios y las congregaciones que les elige. En el caso de los ancianos y las ancianas docentes, el cuerpo discenidor empieza por el consistorio de la congregación de la membresía y en la mayoría de casos, eventualmente se da paso a la preparación para el proceso ministerial y al comité de nominaciones pastorales (PNC), junto con una entidad del presbiterio que es por lo general una comisión sobre el ministerio el cual examina tanto al individuo como al PNC antes de confirmar sus decisiones. «La ordenación para el ministerio ordenado del anciano/a docente es un acto de toda la iglesia, ejecutada por el presbiterio, separando a una persona para el ministerio ordenado.» (Libro de Orden, G-2.0701).
Con el tipo de gobierno de nuestra denominación, tienen el mismo valor los ministerios y la ordenación de un anciano/a docente, un diacono, una diaconisa o un/a anciano/a gobernante. De acuerdo con el Libro de Orden (G-2.0101), «La forma básica de ministerio es el ministerio de todo el pueblo de Dios, de en medio de los cuales algunos son llamados a ser ministros y ministras ordenados, para cumplir con funciones especiales. Los miembros y aquellas personas que son ministros y ministras ordenados sirven juntos bajo el mandato de Cristo.»
Sin embargo, el rango tiende a ocurrir. Muchas personas piensan que la influencia viene de ser «ordenado para ser un ministro». Estas personas piensan que «cualquiera puede ser un/a anciano» (y se expresan incorrectamente). «Quiero ser reconocido como un/a ministro/a de la Palabra y los Sacramentos, como un/a anciano/a docente. Así, las personas me respetaran». En primer lugar, si uno está interesado en tener influencia, entonces no tiene nada que hacer en un ministerio ordenado. En segundo lugar, en un mundo perfecto, el ministerio de los ancianos/as gobernantes debería ser respetado, en algunos casos hasta más que el de un/a anciano/a docente.
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La iglesia no existe con el propósito de ordenar personas. La iglesia ordena a personas (a los tres ministerios) que necesita para llevar a cabo su misión. No hay poderes mágicos otorgados a través de la ordenación. «En la instalación, la iglesia aparta por medio de la oración, a quienes han sido previamente ordenados a los oficios de diáconos, diaconisas, anciano/a gobernante o anciano/a docente.»
¿Qué significado tiene para usted la ordenación?
¿Cómo usted se preparó para responder a las preguntas hechas en el servicio de ordenación (Libro de Orden, W-4.4003)?
¿Cómo podría describir el proceso de ordenación a cualquiera fuera de la IP (EE.UU.) o a alguien que no está familiarizado con el tema?
Para más información sobre los ministerios ordenados de la IP(EE.UU.), véase el artículo publicado anteriormente especifico a este tema.
Dee Wade es un anciano docente y sirve como pastor en la Iglesia Presbiteriana de Anchorage en Louisville, Kentucky. Él ha sido miembro de tres presbiterios: Transylvania, Sheppards y Lapsley, y Mid-Kentucky. Él vive con su esposa Deborah, su hijo Seth, su gato Bay-bee y su gato Fingal.