Nuestros corazones están afligidos al unirnos con el resto del mundo en el duelo por los cristianos egipcios decapitados en un video publicado el domingo por el Estado Islámico en Libia. Los veintiún cristianos coptos, que forma parte de la mayor concentración de cristianos en el Medio Oriente, habían sido tomados como rehenes. Nuestras más profundas condolencias están con la Iglesia Ortodoxa Copta de Alejandría. Con igual horror e indignación, también condenamos estos asesinatos sin sentido y hacemos un llamado a la comunidad ecuménica e interreligiosa mundial a levantar la voz por la paz, la justicia y el fin inmediato de estos actos violentos y despiadados.
El Reverendo Gradye Parsons
Secretario Permanente de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.)