Digamos que en medio de una reunión de la Junta de Síndicos de la Primera Iglesia Presbiteriana, la conversación se ha “energizado” al grupo llegar a un acuerdo acerca de la inversión de los fondos de la iglesia. Mientras se preparan para seguir adelante, un síndico recién nombrado le pregunta cómo el grupo puede proceder y tomar acción sobre la decisión. Rusty McDonnell, presidente de la junta, asegura al nuevo miembro que los síndicos no necesitan aprobación o acudir al consejo/consistorio y pueden hacer un plan para la inversión de los fondos como parte de esta reunión. ¡Interesante Desarrollo!
Al considerar la relación entre consejo/consistorio y síndicos, tenga en cuenta que el consejo/consistorio de la iglesia, sus ancianos/as gobernantes activos, son responsables y tienen jurisdicción sobre todo el ministerio de la iglesia, con la excepción de los muy pocos aspectos reservados a los ancianos/as docentes. Por lo tanto, los/as síndicos/as de la iglesia, ya sea que se reúnan por separado o estén completamente integrados al consejo/consistorio, toman decisiones sólo cuando el consejo/consistorio delega tal responsabilidad ante ellos/as.
La elección de cómo emplear los dones de los/as síndicos/as en el ministerio de la iglesia es en gran medida una cuestión de estilo (y a veces de confianza). En algunas iglesias, algunos de los/as ancianos/as activos/as son designados/as como síndicos/as, y ejercen sus responsabilidades delegadas como comité de consejo/consistorio. La decisión de los/as síndicos/as, que actúan como un comité del consejo/consistorio ha de ser, en un proceso regular, aprobada por el consejo/consistorio, como cualquier otra acción de cualquier otro comité sería aprobada. En otras iglesias, los/as síndicos/as se reúnen casi siempre como un cuerpo separado. El consejo/consistorio podría aprobar tácitamente acciones de los/as síndicos/as al delegar responsabilidades en ellos/as para un área particular del ministerio.
Una Congregación con una Junta de Síndicos
La mayoría de las congregaciones en las que he servido han tenido una junta de síndicos/as "separada". Escribo "separada" entre comillas, porque, como he mencionado anteriormente, los/as síndicos/as sólo tienen la autoridad que ha sido delegada a ellos/as por el consejo/consistorio. En la congregación que actualmente sirvo, el consejo/consistorio se reúne el primer lunes de cada mes y los/as síndicos/as se reúnen el tercer lunes de cada mes. Y dos veces al año tenemos una noche cuando nos reunimos todos/as (junto con el diaconado). También nos reunimos de vez en cuando para reuniones especiales.
Los/as síndicos/as tienen un/a presidente/a, vicepresidente/a, tesorero/a (que funciona como el/la tesorero/a de la congregación, aunque tienen apoyo significativo de un personal), y un/a secretario/a. Estos/as funcionarios/as son elegidos/as por los/as propios/as síndicos/as. El personal de apoyo (en una iglesia de 1,400 miembros) incluye el "personal" de tesorería, que hace todas las mecánicas de los libros y mantiene al/a la tesorero/a síndico/a electo/a informado/a, el/la administrador/a de la iglesia y el/la pastor/a ejecutivo/a. Otras responsabilidades de los/as síndicos/as incluyen servir como enlaces a algunos de nuestros ministerios constituidos: la junta de distribución de alimentos, la junta del centro de desarrollo infantil, la junta del campamento, así como los comités de personal y de mayordomía.
El consejo/consistorio ha delegado la responsabilidad de los asuntos financieros y legales de la iglesia a los/as síndicos/as. Los/as síndicos/as no establecen el presupuesto (quien lo hace es el consejo/consistorio), pero los/as síndicos/as lo supervisan, junto con el comité de mayordomía del consejo/consistorio. Los/as síndicos/as también tienen la primera línea de responsabilidad de nuestras instalaciones.
La confianza entre estas juntas se mantiene a través de mucha comunicación. Un/a síndico/a asiste a todas las reuniones del consejo/consistorio. Las actas de cada grupo son revisadas por el otro. Recientemente nos adentramos en una campaña de fondos. Cuando estábamos considerando las fechas de inicio para la construcción y un nuevo enfoque en cuanto a las promesas de ofrenda, el consejo/consistorio celebró una reunión conjunta con los/as síndicos/as para obtener ideas en cuanto a algunas de sus experiencias.
Cualquiera de estos enfoques puede conducir a un ministerio coherente y fructífero, siempre y cuando se mantenga la relación y las líneas de comunicación sean claras. En el caso de nuestro amigo, Rusty McDonnell, el presidente ficticio de la Junta de Síndicos de la Primera Iglesia Presbiteriana, éste fue corregido por el vicepresidente y se le recordó que aún cuando el entusiasmo por el proyecto y su decisión eran muy emocionantes, el grupo tendría que esperar hasta la próxima reunión del consejo/consistorio para que todos/as estuvieran de acuerdo.
El reverendo Chandler Stokes es el pastor principal y jefe de personal de la Iglesia Presbiteriana Westminster en Grand Rapids, Michigan. Él ha estado en el ministerio ordenado por más de treinta años y ha trabajado en las iglesias rurales, suburbanas y urbanas de 25 a 1.400 miembros. Y le encanta su trabajo.
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