Saludos desde Taipéi, donde la Iglesia Presbiteriana en Taiwán está celebrando su 150vo aniversario. En nuestras grandes reuniones hemos adorado, cantado y bailado juntos. Miles de personas de todas partes del país han viajado para participar en las celebraciones de la herencia, así como también en la promesa de este cuerpo de Cristo.
¿Qué es lo que he aprendido? ¡Es mucho! Déjeme mencionarle dos cosas.
La primera es que la tolerancia de la iglesia hacia las personas que tienen diferentes creencias a ellos es grande, y siento que el amor unificador de Cristo es más grande que cualquier diferencia social o teológica que puedan tener.
La segunda es una profunda gratitud hacia la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) por nuestros muchos años de trabajo con ella, donde ayudamos a construir iglesias, escuelas, hospitales y otros lugares para cuidar a los hijos e hijas de Dios. Me llena de humildad recibir la efusión de amor que tienen hacia la IP (EE.UU.).
También ha sido interesante descubrir que oyeron una llamada que hice a la iglesia hace poco tiempo atrás. Ellos también están lidiando con una sociedad que es cada vez más secular. Ellos también están buscando formas de revitalizar su ministerio como denominación. A su vez, están muy ansiosos de saber qué es lo que pasara con nuestros recientes esfuerzos de preguntar a nuestros miembros sobre sus visiones, misiones y planes futuros.
El Comité para la Oficina de la Asamblea General (COGA) ha enviado un cuestionario a toda la iglesia www.pcusa.org/identity. La Iglesia NEXT está llevando a cabo audiencias. La Junta de la Agencia Presbiteriana de Misión ha enviado una encuesta. Otros grupos también están reuniendo información. Como denominación, ¿cómo podemos cumplir la voluntad de Dios?
Así que ahora, hermanas y hermanos, es nuestro tiempo para compartir lo que creemos que Jesús nos está llamando a ser. Pídale a su iglesia la opinión de su membresía. Haga que su presbiterio responda. Si usted está en una junta relacionada con la iglesia junto con alguna organización, haga que proporcionen datos. Todo el mundo debe participar, y si no es así, usted no puede criticar los resultados que pueden diferir con su voluntad. Por favor, pídale a Dios en oración y en participación que haga su voluntad.