Este día, como personas de fe que creemos en un Dios de sanidad y restauración, oramos por la ciudad de París y todos los que habitan en ella. Denunciamos los actos de violencia sin sentido y el terrorismo que han tenido lugar en los últimos días allí, y buscamos la justicia para las víctimas inocentes que han perdido sus vidas y a los ciudadanos que han sido llevados al miedo. Del mismo modo, condenamos el antisemitismo que fue parte de estos ataques, y a cualquier organización que busque infligir terror en nombre de la religión. Hoy y en los próximos días, instamos a todas las personas de fe a unirse en los esfuerzos hacia la paz y la unidad.
El Reverendo Gradye Parsons
Secretario Permanente de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.)
Anciano Heath K. Rada
Moderador de la 221a Asamblea General (2014) de la Iglesia Presbiteriana (EE. UU.)