Por segundo día consecutivo, un grupo de comisionados de la 221a Asamblea General (2014) de la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) escucho que la vida después del post-cristianismo en los Estados Unidos puede ser muy emocionante.

«La cristiandad ha terminado», Lillian Daniel, la ministra principal de la Primera Iglesia Congregacional de Glen Ellyn, Illinois, dijo el lunes en el desayuno de la Asamblea General. «El mercado de la denominación ya no existe. Y en cierto modo, esto es algo bueno».

«Está bien que vivamos en un mundo multireligioso», añadió.

El domingo, el notable teólogo Stanley Hauerwas dijo a los asistentes del desayuno de la Fundación Presbiteriana, «Puede que estemos viviendo en una época donde vemos que el protestantismo llegó a su fin ... lo cual saldrá de la iglesia en una posición en la que no tiene nada que perder. Todos lo que tenemos es la verdad. Será una buena oportunidad para hacer que los cristianos sean aun interesantes incluso en Estados Unidos ».

El lunes, Daniel declaro un mensaje similar.

Daniel dijo después de dar énfasis a que el 20 por ciento de Estadounidenses, un tercio de ellos siendo menores de 30 años y sin estar afiliados a ninguna religión; «Creo que es emocionante estar en la iglesia, en un momento donde los tratos de negocios no se hacen a través de su conexión a la iglesia, que no presume que su etnicidad tenga algo que ver, que no presume que la iglesia va a ser parte de una cierta denominación, que va de generación tras generación, simplemente porque es necesario hacerlo. Tenemos el enorme privilegio de ser una iglesia después de la cristiandad, en la que podemos creer que la gente realmente quiere estar allí

Pero Daniel también señalo algunos problemas.

«Nosotros hemos liderado junto con la justicia social, con un poquito del versículo de la Biblia, como si fuera un condimento», dijo Daniel. «Si no podemos hablar de nuestra experiencia de Dios y de lo divino, si no podemos dar testimonio, entonces ¿qué estamos haciendo?»

Daniel relató historias de sus propias experiencias en la iglesia y sus intentos de revitalización con aquellos que ella había visto ser hollados con temas de justicia social. Pero, también dijo que incluso con todo eso, ella se olvidó de que en el centro de todo estaba Dios.

Cuando Daniel era delegada de votación dentro de la Iglesia Unida de Cristo, ella experimentó un momento donde su espíritu fue conmovido. Cuando fue el momento para que ella vote en una resolución, alguien se levantó y dijo que los asistentes necesitaban saber que si el voto pasaba y se aprobaba la igualdad en el matrimonio, la UCC perdería la conferencia de Puerto Rico. Sin embargo, ella dijo, «Usted todavía tiene que votar en la manera como cree que le está guiando Dios ».

Daniel explico que siempre tiene presente esta declaración, ya que se habló sobre una verdad, sin importar la postura, donde todas pertenecen a Dios.

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