Donde Jesús Camina

“Este Es un Lugar Donde Jesús Camina” David, participante en una delegación de misión después de pasar tiempo en el centro de rehabilitación de drogas CRREDA (ahora CATPSIC).
El centro de rehabilitación de drogas puede ser un lugar en el que Jesús camina, pero definitivamente no era un lugar donde Mark quería estar cuando el pastor Chuy Gallegos lo envió a entregar algunas cobijas durante el inicio de su servicio como Compañero de Misión. Al ser Compañeros de Misión, servimos bajo la invitación y dirección de colaboradores. Así que, Mark fue.

La primera vez que Mark entró al centro, la puerta fue puesta con seguro detrás de él, por lo que sintió la urgencia de salir de ahí tan pronto como fuera posible. Entregó las cobijas y se fue sin la intención de volver. Pero, Pastor Chuy lo envió de nuevo, y la segunda vez que volvió, se sintió incluso más incómodo que la primera vez. Tan pronto como entró, alguien gritó: “Llama Señor Hoyo ya llegó el doctor”.
Pensaron que Mark era un doctor y estaban llamando a un joven de 22 años adicto a la heroína a quien habían bautizado como “Señor Hoyo” al haber sido apuñalado en una pelea con cuchillo, quien recibió una colostomía de emergencia y le habían dado de alta tras recuperarse de su cirugía, pero aún no se había recuperado de sus adicciones. Varios días después, “tocó fondo” de nuevo y terminó en el Centro de Rehabilitación con una infección grave en su herida. Lo llevaron con Mark para que lo "curara". Su nombre era "Jesús".

Mark llamó al pastor Chuy y juntos acompañaron a Raúl, director del centro, y a Jesús al hospital. Mientras Chuy y Raúl conversaban con los administradores del hospital, Mark se sentó incómodo junto a Jesús en la sala de espera, sin saber cómo comunicarse con él.
Finalmente, Mark simplemente preguntó: "¿Qué quieres, Jesús?".
"Quiero vivir de nuevo. No he vivido en 8 años y quiero vivir de nuevo. Y, sé que con la ayuda de Dios y con la ayuda del centro de rehabilitación, podré volver a vivir".
Las palabras de Jesús, quien luchaba contra la adicción, se convirtieron en las manos de Jesucristo, tocando los ojos de Mark, comenzando a quitar las escamas y el miedo que le cegaban ver la humanidad de la persona sentada a su lado. Mark se encaminó hacia una mayor sanación y plenitud.
Como Colaboradores de Misión, hemos valorado la labor de ayudar a cultivar relaciones y entendimiento tras fronteras. Una de las responsabilidades de Miriam ha sido facilitar experiencias de inmersión en la frontera para iglesias, seminarios, universidades y preparatorias. Un momento destacado para Miriam es acompañar a delegaciones en el desierto para recorrer las rutas de los migrantes con el ministerio de Agua Para La Vida, liderado por CATPSIC.
Muchas de las personas jóvenes que lideran la caminata, hablan con las delegaciones sobre la realidad de los peligros de la migración, causados por la falta de vías legales para migrar y por la estrategia estadounidense de “prevención mediante la disuasión”, que ha empujado las rutas migratorias hacia zonas cada vez más remotas, utilizando las montañas y los desiertos como elementos disuasivos letales para la migración.
En estas excursiones, personas con doctorados y directores ejecutivos, jóvenes de clase media suburbana y personas mayores en la edad dorada de su jubilación son guiados, instruidos y cuidados principalmente por hombres jóvenes, muchos sin educación secundaria, todos luchando por superar sus adicciones para volver a vivir. En estas excursiones, los roles se invierten: los orgullosos se ven humillados, los humildes se elevan y se forma una comunidad.

CATPSIC es un trabajo en desarrollo. Un día, entramos a las instalaciones y nos recibió un nuevo letrero de mosaico que decía "Bienvenidos", y, nos dimos cuenta de que habían cubierto las banquetas grises con hermosos mosaicos. Un residente llamado Raúl, nos contó que habían estado trabajando para un contratista en la limpieza de una obra en construcción y que este quería que se llevaran un montón de azulejos rotos al vertedero. Raúl, pidió permiso para llevarlos al centro de rehabilitación y usarlos. Su respuesta: "Si pueden usar esta basura, llévensela... me ahorraré la cuota del vertedero".
Raúl nos dijo: “Saben, es un poco como nosotros. La sociedad piensa que somos basura y que no valemos nada. Pero Dios no nos ve así. Dios puede sacarnos del montón de basura y transformarnos en algo hermoso y útil”.
Como Colaboradores de Misión, nos enseñaron a escuchar a la comunidad local y a escuchar la voz de Dios en lugares sorprendentes.

Una de nuestras tradiciones de Año Nuevo ha sido asistir a una reunión de 12 pasos seguida de una cena y baile en CATPSIC. Este año, llegamos un poco tarde. Al principio, no reconocimos a la mujer que dirigía la reunión. Cuando nos dio la bienvenida, dijo: "Qué gusto verlos. Estoy agradecida que crean que Dios todavía puede hacer milagros. Fuí una de las primeras personas en trabajar en Café Justo, creyeron en nosotros cuando nadie más lo hizo".
Al inicio, esa noche, aún no podíamos identificarla, porque no creíamos que ella habia sido barista en Café Justo y Más, la cafetería en colaboración entre Café Justo, Frontera de Cristo y CATPSIC, donde se da trabajo a personas que se reincorporan a la sociedad después de su rehabilitación. Resultó que no lo había sido. Myra había sido contratada por Café Justo 18 años atrás para ayudarles con la captura de datos. Ha estado sobria por 18 años y vive en una ciudad a una hora de Agua Prieta. Pudimos cenar con ella y sus hijas y celebrar el milagro que Dios ha hecho en nuestras vidas.
No estamos seguros si el pastor Chuy envió a Mark allí porque no tenía tiempo o porque sabía que Mark necesitaba estar allí para que Dios pudiera seguir transformándolo, pero nos alegra que nos haya enviado a un camino donde Jesús camina. Nuestro camino como Colaboradores de Misión ha llegado a su fin, pero nuestro llamado a caminar con Jesús hacia la alegría y el sufrimiento del mundo continúa.
Estamos agradecidos por cada uno de ustedes que a través de sus oraciones, palabras de aliento, visitas y apoyo financiero han hecho posible nuestro servicio como Colaboradores de Misión, y oramos para que dondequiera que se encuentren, su caminar con Jesús los lleve a lugares sorprendentes, incómodos y que les den vida.
Bendiciones,
Mark & Miriam