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Puede parecer bastante natural que pensemos en una nueva calidad de vida al comenzar un nuevo año. Mientras continuamos examinando las maneras en que las personas que son parte fiel de la iglesia prometen «involucrarse responsablemente en el ministerio de la Iglesia de Cristo» (G-1.0304), es apropiado examinar lo que significa demostrar una nueva calidad de vida en el momento en que comienza un nuevo año. ¿Encaja esto con las resoluciones más comunes de año nuevo, como perder peso, hacer más ejercicio, organizarse más, viajar y leer más? ¿Es esa la nueva calidad de vida que debemos buscar?

En un sermón titulado «‘Disciple’ is a Verb», el Rvdo. Patrick Wilson expresa que la membresía en la iglesia es algo que hacemos y no solamente algo que somos. Él dice que siempre que la Biblia habla de miembros, lo hace para describir una función, como cuando Pablo describe los miembros del cuerpo en Romanos. Todos estos miembros tienen dones particulares para hacer algo y Dios les llama a enseñar, exhortar, dar, dirigir, animar, consolar o actuar de una manera que refleje el talento que Dios les ha dado. Somos miembros para hacer algo como parte del cuerpo de Cristo.

Al pensar en esto, nuestro enfoque puede concentrarse en la palabra «demostrar». ¿Cómo podemos demostrar la calidad de vida que Dios quiere en nuestras vidas? La Confesión de 1967 nos da una pista: «La iglesia se dispersa para servir a Dios en donde quiera que se encuentren sus miembros, en el trabajo o en el recreo, en privado o en la vida social. Sus oraciones y estudio de la Biblia forman parte del culto y reflexión teológica de la iglesia. Su testimonio es la actividad evangelizadora de la iglesia. Su acción diaria en el mundo representa a la iglesia en misión hacia el mundo. La calidad de sus relaciones con otras personas es la medida de la fidelidad de la iglesia» (9.37).

La adoración y la reflexión, el testimonio y el evangelismo, la acción y la misión, las relaciones y la fidelidad. Todas estas palabras de acción demuestran quienes somos como personas que siguen a Jesucristo y que son paste de su iglesia. Una iglesia saludable incluye a personas que son intencionales en demostrar lo que el impacto de la redención y la gracia han hecho en sus vidas. Por eso, los ancianos y ancianas gobernantes son parte de esta gran e intencional demostración, mientras que también reciben el llamado a proveer oportunidades para las personas que son miembros de la iglesia, recientes y de hace muchos años atrás, para dar testimonio y para actuar en maneras que demuestren lo que ha hecho la fe para transformar sus vidas. Quizás esa puede ser la resolución para este nuevo año.

Lamentaciones 3,22-23 nos recuerda el nuevo impacto del amor de Dios cada día: «Por la bondad del Señor es que no somos consumidos, porque nunca decaen sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad». Nuevo impacto, nueva transformación, nuevo recordatorio, nueva calidad de vida cada día. Amén.

Para reflexionar:

  • Como líder, ¿qué oportunidades puede brindar para que las personas que son miembros de su iglesia puedan participar en demostrar la influencia y transformación que Dios ha tenido en sus vidas? ¿Qué resolución de año nuevo puede brindar tal oportunidad?
  • ¿Cómo está demostrando su iglesia una nueva calidad de vida ante las demás personas? ¿Cuál es el impacto que su iglesia está teniendo en las vidas de las personas que viven a su alrededor? ¿Alguien de su vecindario extrañaría su iglesia si ya no estuviera allí?
  • ¿Cuáles son las necesidades que nadie está atendiendo? ¿Con quién pueden colaborar para lograr un nuevo impacto? ¿Existen otras organizaciones con las que pueda colaborar en su barrio?


Marissa Galván-Valle es ministra de la Palabra y los Sacramentos en la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.). Es la editora principal de recursos en español en el Presbyterian Publishing Corporation y pastora a tiempo parcial de la Iglesia Presbiteriana Beechmont, una iglesia intercultural que rinde culto todos los domingos en español e inglés. Fue ordenada anciana gobernante cuando tenía 21 años.

A lo largo de 2023 y 2024, los artículos mensuales Acerca de los ancianos gobernantes alternarán entre una inmersión profunda en las formas en que los ancianos gobernantes disciernen y miden la vida de una congregación a través del ministerio de los miembros e historias sobre cómo los ancianos gobernantes están usando su llamado y sus dones a medida que avanzan dentro. y más allá de los muros de la congregación.

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